miércoles, 15 de mayo de 2013


Resurrección de Cristo (Código Da Vinci, alta crítica, adventistas)
Es el misterio central de la fe cristiana. Es la base de todo lo que creemos los cristianos.
La resurrección de Cristo no es un retorno a la vida de antes; es el paso a una nueva dimensión vital nueva, que transfigura la simple existencia humana. Aquello que Cristo ha vivido ya es lo que nos espera y ha inaugurado para nosotros.
La Resurrección de Jesús es un hecho real, histórico (como todo lo que dicen los Evangelios sobre Jesús de Nazaret) y meta histórico, es decir, que va más allá, pues anticipa nuestra propia resurrección. Cuando pienses en esta verdad de fe, toma en cuenta estas cuatro afirmaciones:

1.La resurrección de Jesús no es una vuelta a su vida anterior, para volver a morir de nuevo.
Jesús entra en la vida definitiva de Dios; es "exaltado" por Dios (Hecho. 2,23); es una vida diferente a la nuestra. (Rm 6, 9-10)

2. Jesús resucitado no es una "alma inmortal", ni un fantasma. Es un hombre completo, con cuerpo, vivo, concreto, que ha sido liberado de la muerte, del dolor, de las limitaciones materiales, con todo lo que constituye su personalidad.

3. Dios interviene, no para volver a unir el cuerpo y el alma de Jesús, sino que ocurre un nuevo prodigio, una intervención creadora de Dios. El Padre actúa con su fuerza creadora y poderosa, levantando al muerto Jesús a la vida definitiva y plena.

4. No se trata de que Jesús resucitó "en la fe" de sus discípulos, o "en su recuerdo". Es algo que aconteció verdaderamente en el muerto Jesús y no en la mente o en la imaginación. Jesús realmente ha sido liberado de la muerte y ha alcanzado la vida definitiva de Dios.
Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte.

En la resurrección encontramos la clave de la esperanza cristiana: si Jesús está vivo y está junto a nosotros, ¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede preocupar? 

Cualquier sufrimiento adquiere sentido con la Resurrección, pues podemos estar seguros de que, después de una corta vida en la tierra, si hemos sido fieles, llegaremos a una vida nueva y eterna, en la que gozaremos de Dios para siempre.

San Pablo nos dice: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14)
La resurrección de Jesucristo es importante por muchas razones. Primero, testifica del inmenso poder de Dios mismo. Creer en la resurrección es creer en Dios

Segundo, la resurrección de Jesús es un testimonio para la resurrección de los seres humanos, la cual es un principio básico de la fe cristiana. A diferencia de todas las otras religiones, sólo el cristianismo tiene un fundador que trascendió la muerte y quien prometió que Sus seguidores harían lo mismo. Todas las otras (falsas) religiones fueron fundadas por hombres y profetas, cuyo fin fue la tumba. Como cristianos, somos confortados en el hecho de que nuestro Dios se hizo hombre, murió por nuestros pecados, fue muerto y resucitado al tercer día. La tumba no pudo retenerlo. Él vive y ahora está sentado a la diestra de Dios el Padre en el Cielo. La iglesia viviente tiene una Cabeza viviente.


¡Él vendrá nuevamente! Los muertos en Cristo resucitarán primero, luego nosotros, los que hayamos quedado y vivamos para Su venida, seremos transformados y recibiremos nuevos cuerpos glorificados (1 Tesalonicenses 4:13-18). ¿Por qué es importante la resurrección de Jesucristo? Porque demuestra que Dios aceptó el sacrificio de Jesús a nuestro favor. Comprueba que Dios tiene el poder de levantarnos de los muertos. Garantiza que aquellos que crean en Cristo no permanecerán muertos, sino que serán resucitados a una vida eterna. ¡Esa es nuestra bendita esperanza!
Los Evangelios muestran con toda claridad que los apóstoles no llegaron a conocer la identidad de Jesús hasta después de la Resurrección. Estaban continuamente confusos, equivocados y naturalmente, seguían siendo unos judíos fieles, capaces de pensar sobre Jesús solamente dentro de un contexto accesible a ellos: como profeta (sí), maestro, «hijo de Dios» y «Mesías». En el ambiente judío, ninguno de estos términos implicaba una naturaleza divina, sino, más bien, el sentimiento de que era un ser elegido por Dios.
        Sin embargo, a la luz de la Resurrección, comprendieron lo que Jesús les había insinuado durante su ministerio y que por fin afirmó explícitamente, como relata Juan en los capítulos 14 a 17 que Él y el Padre son uno.
        Si leéis el Nuevo Testamento, lo encontraréis expresado de distintos modos: en los Evangelios; en el recuerdo de la concepción única y virginal de Jesús por obra del Espíritu Santo (ver Mateo 1-2; Lucas 1-2); en todos los relatos del bautismo de Jesús y de la Transfiguración; en la actuación de Jesús perdonando los pecados, lo que provocó el escándalo porque «solo Dios puede perdonar pecados)) (ver Lucas 7, 36-50; Marcos 2, 1-12); y en varios pasajes esparcidos a través de los sinópticos y de Juan, en los que Jesús se identifica con el Padre de un modo que implica que, cuando nos encontramos con Jesús, nos encontramos con Dios en su misericordia y en su amor (ver Mateo 10,40; Juan 14,8-14).
        Si recorres los Hechos de los Apóstoles y las cartas de Pablo, que describen a la Iglesia primitiva y reflejan la predicación apostólica, no podrás evitar llegar a la convicción, que se encuentra en el núcleo de esa predicación, de que Jesús es el Señor –no solo un gran maestro o un hombre sabio–. (Lee 1 Colosenses o 2 Filipenses, por ejemplo, datadas ambas un par de décadas después de la Resurrección).
Super:http://www.vaticanocatolico.com/sabado.php
¿Cuál es el día del Señor, el sábado o el domingo?
Por el Hno. Pedro Dimond
-Por qué los cristianos (es decir, los católicos) dedican el domingo específicamente a Dios, en vez del sábado
Refutando a los Adventistas del Séptimo Día y los Bautistas del Séptimo Día usando la Biblia
 Éxodo 20, 8-11: “Acuérdate del sábado,  para consagrarlo.  Trabaja seis días,  y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios.  No hagas en ese día ningún trabajo,  ni tampoco tu hijo,  ni tu hija,  ni tu esclavo,  ni tu esclava,  ni tus animales,  ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades.  Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra,  el mar y todo lo que hay en ellos,  y que descansó el séptimo día.  Por eso el SEÑOR bendijo y consagró el día de reposo”.
 En Éxodo 20, encontramos el mandamiento de consagrar el sábado.  En el Antiguo Testamento, sábado significo "reposo" o "cesación" el séptimo día de la semana judía – el sábado.  Un número considerable de protestantes argumentan que las personas aún están obligadas por el mandamiento de apartar el sábado para Dios.  Ellos creen que los católicos quiebran este mandamiento mediante el reconocimiento, de conformidad con la Tradición de la Iglesia y la enseñanza del Nuevo Testamento, que las prerrogativas del sábado se han transferido al domingo en la Nueva Alianza.  Las siguientes consideraciones deben mostrar a cualquier persona sincera por qué los Adventistas del Séptimo Día y los Bautistas del Séptimo Día están equivocados.  Dios mismo, a través de la Iglesia que Él instituyó, transfirió a las prerrogativas del sábado al domingo, en honor del día en que Jesús resucitó.
 EL MANDAMIENTO DE CONSAGRAR EL SÁBADO ES DISTINTA EN SU NATURALEZA DE LOS DEMÁS MANDAMIENTOS
 De todos los 10 mandamientos, la de santificar el sábado es distinta en su naturaleza a los demás.  Este es un punto muy importante.  Es diferente porque es el único de los Diez Mandamientos que se refiere al ceremonial, no la ley natural.  Por ejemplo, el hombre sabe en su corazón que él no debe asesinar, que no debe robar, etc.  Pero la misma ley natural no le enseña que él debe adorar a Dios en un día particular, en contraposición a otro día.  Eso debe venir de la revelación externa y el precepto externo.
 De hecho, el santificar el sábado o el séptimo día no comenzó hasta después del Éxodo.  No se hizo antes ni desde el principio.  Toma parte de la ceremonia, no de la ley natural.  Puesto que es un mandamiento de la ley ceremonial, y no de la ley natural, Dios puede cambiar el día en el cual Él será honorado específicamente.  Los protestantes que sostienen que la ley del sábado santo aún permanece y continua, no siguen otros aspectos de la ley ceremonial del Antiguo Testamento.  No consideran como vinculantes la circuncisión o sacrificios rituales, pero sí consideran que la ley del sábado ceremonial de ser obligatoria.  Esta es a la vez ni bíblica ni lógico.

Así como la circuncisión, los sacrificios rituales, y otras partes de la ley ceremonial han cesado con la venida de Cristo, ya ha muerto el requisito de una ceremonia apartando el sábado para Dios.  Ha sido sustituido por Dios y su Iglesia con la obligación de honrarlo específicamente el domingo.
 LOS APÓSTOLES Y LA IGLESIA PRIMITIVA CELEBRABAN EL DOMINGO, NO EL SÁBADO
 Los Apóstoles claramente consagraban el domingo, no el sábado.  Leemos que se reunieron para la Eucaristía y el partir del pan en el primer día de la semana, el domingo, día de la Resurrección del Señor.
 Hechos 20, 7: “Y el primer día de la semana, reuniéndose los discípulos para partir el pan, Pablo les predicaba; y habiendo de partir al día siguiente, alargó su discurso hasta la media noche”.
 Vemos que los cristianos se reunían para dar culto los domingos. Este día fue apartado por los Apóstoles.
 1 Corintios 16, 1-2: “En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia.  Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, atesorándolo, conforme Dios le haya prosperado; para que cuando yo llegue, no se recojan entonces ofrendas”.
 Este versículo siguiente es particularmente importante.
 Colosenses 2, 16-17: “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o respecto a días de fiesta o de luna nueva, o de sábados; que son la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo”.
 Aquí vemos a San Pablo ensenar específicamente de que las leyes de festivales y ceremoniales (¡incluida la observancia del sábado!) pertenecen al período del Antiguo Testamento y ya no son obligatorias después de la venida de Cristo.  ¿Qué tan claro tiene que ser?
DIOS LE DIO A LA IGLESIA LA AUTORIDAD PARA TRANSFERIR EL SÁBADO AL DOMINGO EN HONOR DE SU RESURRECCIÓN
 Mateo 16, 18-19: “Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.  Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo”.
 Mateo 18, 17-18: “Y si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia, y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.  De cierto os digo: Todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”.
 Es por eso que los primeros cristianos se reunían el domingo (el Día del Señor) para celebrar la Eucaristía.  Es por eso que los padres más antiguos, como San Ignacio de Antioquía escribiendo alrededor de 110 d.C., reconoció que el domingo era el día, no el sábado.
 San Ignacio de Antioquía, carta o epístola a los magnesianos, no. 9, 110 d.C.: “Así pues, silos que habían andado en prácticas antiguas alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos niegan —un misterio por el cual nosotros obtuvimos la fe, y por esta causa resistimos…”.
 Esta es una prueba clara de que los Adventistas del Séptimo Día y los Bautistas del Séptimo Día están siguiendo una perversión de la Escritura hecho por hombres que era extranjera no sólo a los Apóstoles, sino a los cristianos más antiguos.  Muchos otros padres podrían ser citados.
 HAY MÁS: El DÍA DE DESCANSO DE DIOS ESTÁ CONECTADO CON SU CREACIÓN;
ÉL REPOSÓ DESPUÉS DE QUE SU OBRA DE LA CREACIÓN HABÍA TERMINADO

LA RESURRECCIÓN SIGNIFICA LA FINALIZACIÓN DE LA NUEVA CREACIÓN,
Y POR LO QUE MARCA SU NUEVO DÍA DE REPOSO
 Génesis 2, 1-2: “Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.  Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho”.
 Leemos que el reposo de Dios está conectado con su terminación de trabajo.  Dios terminó su obra, y luego reposó el séptimo día.  Pero la creación entera fue rota por el pecado de Adán.  Es por eso que Romanos 8 enseña que toda la creación estaba esperando en expectativa para la Redención de Cristo.  Su redención repararía la creación que se había roto.
 Romanos 8, 22-23: “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y está en dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, esto es, la redención de nuestro cuerpo”.
 La redención de Cristo es, por tanto, una nueva creación.  Es por eso que se lee:
 2 Corintios 5, 17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
 Hebreos 9, 11-12: “Mas estando ya presente Cristo, Sumo Sacerdote de los bienes que habían de venir, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación; y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una sola vez en el lugar santísimo, habiendo obtenido eterna redención”.
 La nueva obra de Cristo de la creación – de la reparación de la creación que se había roto por Adam – se realizó en la cruz y culminó con Su Resurrección.  Es por eso que nos encontramos con la identificación interesante sutil de Jesús con el jardinero.  Cuando María Magdalena vio al Señor resucitado en el día de su Resurrección, que lo confundió con el jardinero.  Este verdadero acontecimiento también tenía por objeto indicar que Jesús estaba en el jardín nuevo – el restaurado Jardín del Edén (el paraíso) que previamente había sido perdido por el pecado de Adán.
 Juan 20, 15: “Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que él era el jardinero, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré”.
Génesis 2, 8: “Dios el Señor plantó un jardín al oriente del Edén,  y allí puso al hombre que había formado”.
 La redención y resurrección de Jesús restauraron el paraíso y repararon el jardín que había sido dañada, porque él es el nuevo mayor Adán.
 1 Corintios 15, 45: “Y así está escrito: El primer hombre Adán fue hecho un alma viviente; el postrer Adán [Cristo], un espíritu vivificante.”
 Romanos 5, 14: “No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán; el cual es figura [tipo] del que había de venir [Jesús]”.
 Romanos 5, 19: “Porque como por la desobediencia de un hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, muchos serán constituidos justos”.

Por lo tanto, tiene sentido perfecto que el día del Señor (el domingo, el día de su Resurrección) – que marcó el final de su nuevo trabajo de la creación – se convertiría en el nuevo día de reposo.


POSICIÓN EVANGÉLICA
Creemos en Jesucristo.
Jesús es el Hijo de Dios, la divina y eterna Palabra hecha carne y morando entre los hombres (Jn. 1:14).
En Su vida sin pecado, Jesucristo reveló la naturaleza de Su Padre y Padre nuestro. Su infinita sabiduría es nuestra guía.
Su sacrificio en la cruz es nuestra redención. Su resurrección de entre los muertos es nuestra promesa de vida eterna.
Jesucristo vive hoy, invisible aunque siempre presente, y en aceptarlo como Salvador y Señor radica la esperanza de la humanidad para el presente y para el futuro.
La Semana Santa es el culmen de la preparación realizada durante Cuaresma. El tiempo se ha cumplido y la espera termina. Nuestro Señor Jesucristo es conducido finalmente hasta la cruz del calvario para ser resucitado por el Padre y conseguir así la victoria sobre la muerte y el pecado.
Aquí hacemos memoria de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Esta semana se compone de un jueves santo, viernes santo, sábado santo y domingo de resurrección. La crucifixión de Jesús es recordada el viernes santo, su permanencia en el sepulcro se recuerda el sábado santo, y del sábado por la noche hasta la madrugada del domingo se espera su resurrección. La mañana de este domingo es gloriosa. Así como las mujeres recibieron el anuncio de la resurrección de Jesús, así de gozosos hemos de recibir también nosotros esta buena nueva.
Es un tiempo en que reflexionamos sobre la muerte y la vida, todo ello concentrado en la persona de Jesús. Nosotros como cristianos participamos también de la muerte y resurrección de nuestro Señor. Si morimos con él, creemos que resucitaremos también con él.Semana Santa no es un fin de semana largo como lo ha pretendido hacer creer nuestra sociedad occidental consumista. Semana Santa es más bien una oportunidad para reflexionar acerca de la obra expiatoria de nuestro Señor en la cruz, y su gloriosa resurrección, venciendo la muerte por nosotros, por lo tanto encierra todo un sentido espiritual que no debemos perder.
Con relación a la crucifixión, en 1878 se encontró un pedazo de piedra en Nazaret con un decreto del emperador Claudio, que reinó entre 41 y 54 d.C. Decía que no debían perturbarse las tumbas, ni debían quitarse los cuerpos. El castigo para otros decretos era una multa, pero este incluía una amenaza de muerte y estaba muy cerca del tiempo de la resurrección. Esto fue, probablemente, debido a que Claudio investigó los disturbios de 49 d.C. Sin duda había oído de la resurrección y no quería ningún incidente similar. Este decreto fue hecho probablemente en conexión con la predicación de los apóstoles de la resurrección de Jesús y el argumento judío de que el cuerpo había sido sustraído.

jueves, 2 de mayo de 2013



El SANTUARIO SEGÚN LOS EVANGELICOS


En Biblia la palabra anciano. Los ancianos en el antiguo testamento representaban a altos funcionarios (gen.50-7) gobernaban al pueblo,(deut.27-1 Esdras 10-8) un cuerpo de 70 ancianos ayudaban a Moisés a gobernar a los israelitas. (Números 11-16-24) 

los ancianos siempre han representado al pueblo. 
Tanto en el antiguo como en el nuevo testamento. 
En el tiempo de los apóstoles dice que constituyeron ANCIANOS en cada una de las iglesias ECHOS 14:23 ósea siempre han representado al pueblo. 
y siempre han cuidado del rebaño. ECHOS 20:17-28 

busquemos en la palabra pistas para identificar la identidad de estos 24 ancianos. 
Por ejemplo: 

1) ELLOS DICEN: QUE SON REDIMIDOS DE TODO LINAJE,PUEBLO, LENGUA,Y NACION. AP 5:9 
OSEA AFIRMAN QUE FUERON REDIMIDOS DE ENTRE LA GENTE. lo que significa que son seres humanos resucitados glorificados. como la iglesia quehemos sido redimidos, tito 2:14 

2) ESTAN VESTIDOS DE BLANCO, símbolo de gente que a sido salva. AP 4:4 
como la iglesia, ap 3:5 

3) TIENEN CORONAS,AP 4:10 
como la iglesia. ap 3:11 

4)CANTAN UN NUEVO CANTICO,AP 5:9 
como la iglesia. 1) PEDRO 1:7 en nuestro comportamiento. 

5) ESTAN SENTADOS EN LUGARES CELESTIALES, AP 11:16 como la iglesia. EFESIOS 2:6 

6) TIENEN ARPAS, AP 5:8 
como la iglesia. 

7) SON REYES Y SACERDOTES.AP 5:10 
como la iglesia. 1) PEDRO 2:9 

8) ESTAN SENTADOS EN TRONOS,AP 4:4 
como la iglesia. AP 3:21 mateo 19:28 LUCAS 22:30 

creo que estos ancianos tienen demasiadas pistas, similitudes, y comparaciones, para creer que son la iglesia arrebatada. 
Luego también hay otro detalle: estos ancianos los encontramos en el capítulo 4 y 5 de AP y luego ya no se mencionan ¿porque? porque la iglesia tiene 
que estar presente en el cielo antes de que la ira de dios se desate en la tierra. Porque a partir del capítulo 6 son acontecimientos de la gran tribulación 
y ya no se ven los ancianos. 

LOS 24 TURNOS. 

Luego también el número de los ancianos es 24 esto corresponde con las 24 clases del sacerdocio que había en Israel. 1) CRONICAS 14:1-31 
en Israel habían 24 turnos. Donde los ancianos eran las cabezas representantes del sacerdocio

El sacerdocio estaba dividido en 24 turnos, a fin de que cada uno tomase la obra del sacerdocio, y cada clase tenía su propio sacerdote principal. 

Abías era la octava entre las 24 clases. 
Zacarías era de la clase de Abías, 
Lucas 1: 5 
Lucas 1:8-20 
Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, 
conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. 

PUES ASIN como los sacerdotes administraban delante de Dios en el santuario terrenal, así también Juan ve a 24 ancianos que ministran en el santuario celestial. 

La iglesia también está llamada a la administración 
del sacerdocio. Somos real sacerdocio y nación santa. 1) PEDRO 2:9 (gloria a dios) 

Grupo # 4

miércoles, 1 de mayo de 2013

INFORME DEL SANTUARIO - POSICIÓN ADVENTISTA.



SANTUARIO

POSICIÓN ADVENTISTA

GRUPO N° 2 conformado por: Nally Rojas, Mayra Vanegas, Catherine Jiménez, Fabián Correa, Keila Ayala.


La razón dada por Dios para que su pueblo saliera de Egipto fue "que Israel pueda servirme" (Éxodo 4:23; 8:1,20). La verdad acerca del plan de redención de Dios para su familia está representada para nosotros en los servicios del antiguo Santuario.

El Santuario y su propósito:
El Santuario fue construido para que Dios...
·        Habitara entre su pueblo (Éxodo 25:8)
·        Se reuniera con su pueblo (Éxodo 29:42)
·        Hablará a su pueblo (Éxodo 29:42)
El deseo de Dios es mantener su divina presencia en la tierra, a pesar de la rebelión de sus hijos. La comunicación interrumpida cuando Adán y Eva pecaron en el Edén debe ser retomada. El plan de Dios era establecer en la tierra un real sacerdocio, una nación santa (Éxodo 19:6)


"La correcta comprensión del ministerio del santuario celestial es el fundamento de nuestra fe"
(El Evangelismo, pág. 165).

"El tema del santuario debiera ser cuidadosamente examinado, puesto que en él descansa el fundamento de nuestra fe y nuestra esperanza" 
(Cristo en su Santuario, pag. 12). 

"En lo futuro se levantarán engaños de toda clase, y necesitamos terreno sólido para nuestros pies. Necesitamos columnas sólidas para la edificación. Ni un alfiler ha de ser quitado de lo que el Señor ha establecido. El enemigo introducirá falsas teorías, tales como la doctrina de que no hay santuario. Este es uno de los puntos que inducirán a algunos a apartarse de la fe" 
(Cristo en su Santuario, pag. 16). 

"Todos necesitamos tener en mente el tema del santuario. Dios prohibe que la charla que procede de labios humanos cercene la creencia de nuestros hermanos en la verdad de que hay un santuario en el cielo, y que un modelo de ese santuario se construyó una vez en esta tierra. El Señor desea que su pueblo se familiarice con ese modelo, teniendo en mente el santuario celestial donde Dios es todo y está en todo. Debemos mantener nuestras mentes vigorizadas por la oración y el estudio de la Palabra de Dios, de modo que podamos captar estas verdades" (Carta 233, 1904).

DIVISIONES DEL SANTUARIO:
1.     Lugar Santo

Este departamento estaba separado del Lugar Santísimo por un velo. Solamente los sacerdotes ministraban aquí. La razón de esto era que el Lugar Santísimo representaba todo lo que es santo y celestial, mientras que el Lugar Santo simbolizaba a la humanidad y su dependencia de Dios para sobrevivir.

En el Lugar Santo había tres muebles. La mesa de los panes de la proposición, en el cual se guardaban doce panes que se reemplazaban semanalmente. Simbolizaba la dependencia de la humanidad de Dios, para sostenerse y sobrevivir.


En este compartimiento también estaba el altar del incienso. Mientras este se quemaba, el humo ascendía y se filtraba sobre el velo de separación, alcanzando el trono de la misericordia, donde se manifestaba la presencia de Dios, en el Lugar Santísimo. Representaba las oraciones y las peticiones de los pecadores arrepentidos alcanzando el trono de Dios, donde se mediaba por la reconciliación y el perdón.


El candelabro de los siete brazos era el tercer mueble en el Lugar Santo. La llama original había sido prendida por Dios mismo. Esta llama se mantenía ardiendo día y noche. Aunque había sido originada por Dios, tenía que ser atendida por el sacerdote, cuidando que nunca le faltara suficiente aceite y mecha para seguir ardiendo.


La llama y su luz representaban la iglesia, que es comisionada por Dios para que brille en un mundo oscurecido por el pecado. El aceite representaba el Espíritu Santo, indispensable para que la iglesia se mantenga enfocada y brillando continuamente.

2.     Lugar Santísimo


Aquí la Shekinah moraba en soledad, excepto cuando el sumo sacerdote entraba a ministrar en el día de la expiación, una vez al año.

El mueble principal de este aposento era el arca del pacto, donde estaban guardados los Diez Mandamientos. En su cubierta, con la vista hacia abajo, había dos querubines. La parte de arriba de la cubierta era considerada el trono de la misericordia, donde se manifestaba la presencia de Dios. Desde allí la misericordia fluía hacia el pecador que confesaba su pecado cuando habia quebrantado la ley de Dios.

Era desde este trono de la misericordia que la gracia y la misericordia alcanzaban al pecador ene el día de la expiación.
3.     El Atrio Exterior
Esta sección era la única accesible para el pueblo en general. Allí había dos muebles. Uno era el altar del sacrificio, usado para quemar los animales sacrificados. El otro, la fuente o lavacro, usada por el sacerdote oficiante para lavarse antes de ministrar en favor del pueblo.

A pesar de lo que estaba a la vista, de los ruidos y del olor que había en este lugar, las lecciones eran muy profundas. Aquí comenzaba la búsqueda de la redención por parte del pecador. A este lugar venía con un cordero sustituto ante el sacerdote oficiante, ponía su mano sobre la cabeza de la inocente víctima, confesaba sus pecados y, entonces, con sus propias manos quitaba la vida del sustituto. Después de participar tanto como pudiera, el sacerdote oficiante tomaba a su cargo el resto y con la sangre del inocente cordero procedía a la expiación en favor del pecador.

MUEBLES:
También llamado "Altar del Sacrificio" (Éxodo 28: 43; 29: 12), fue hecho de madera y bronce(Éxodo 27: 1-6)
Estaba ubicado en el atrio, o patio exterior del tabernáculo. La sangre de los animales que allí se derramaba representaba la expiación del pecado por medio del sacrificio de Cristo en la cruz.

2.     Fuente o Lavacro
Fue hecha de bronce (Éxodo 38:8) y se encontraba ubicada en el atrio, entre el altar de los sacrificios y la entrada del tabernáculo.

Allí los sacerdotes debían lavarse las manos y los pies 
(Éxodo 30:17-21; Levítico 8:11).

Representaba la limpieza espiritual de nuestros pecados por fe en la sangre de Cristo
(Hechos 22:16; 1 Corintios 6:11; Efesios 5:26; Apocalipsis 7:14)

3.     Candelabro

Fue hecho de oro puro (Éxodo 25:31) y estaba ubicado hacia el sur del primer departamento del tabernáculo (Éxodo 40:24).
No se dan sus medidas, pero se menciona que consistia de una base y un eje principal del que salían seis ramas o brazos cuidadosamente decorados 
(Éxodo 25:32-39).
Las lámparas permanecían encendidas día y noche 
(Éxodo 27:20,21; 30:7, 8), símbolo apropiado de Jesucristo, la Luz del mundo (Juan 8:12; 9:5; 12:46).

4.     Mesa de los panes

Fue construida de madera de acacia, recubierta de oro puro (Éxodo 25:23-30). Medía aproximadamente 0.89 mt de largo, por 0,45 de ancho y 0,67 de alto.
Estaba ubicada a la derecha de la entrada del tabernáculo (el norte).

Sobre ella se colocaban doce panes que el sacerdote renovaba cada sábado y comía en el Lugar Santo (Levítico 24:5-9). Los panes representaban a Jesús, el Pan de vida que descendió del cielo (Juan 6:32-35).

5.     Altar del Incienso

También llamado "altar de oro" (Éxodo 40:5; 39;38).
Fue hecho de madera de acacia recubirta en oro 
(Éxodo 30:1,3) y estaba ubicado dentro del Lugar Santo, delante del velo que separaba el Lugar Santo del Santísimo (Éxodo 30:6; 40:26).
Era de menor tamaño que el altar de los sacrificios ya que medía 0,53 mt de lado por 1,04 mt de alto.
Sobre este altar el sacerdote debía quemar incienso dia y noche 
(Éxodo 30:7,8).
El incienso que ascendía desde este altar, con las oraciones del pueblo, representaba la intercesión continua de Cristo en nuestro favor 
(Hebreos 7:24,25; Apocalipsis 8:4)

6.     Arca









También llamada "arca del testimonio" (Éxodo 26:33; 40:21), era el único mueble dentro del Lugar Santísimo (Éxodo 26:34; 30:6) 

Medía aproximadamente 1,30 mt de largo por 76 cm de ancho y de alto.

Estaba construidade madera de acacia recubierta de oro puro por dentro y por fuera (Éxodo 25:10,11).

Tenía una cubierta de oro (Éxodo 25:17) llamada "el propiciatorio" (del hebro "cubrir", "perdonar"). Sobre el propiciatorio estaban dos querubines (Éxodo 25:18,22).

Desde este lugar se manifestaba la presencia de Dios (Éxodo 25:21,22; Números 7:89)
Dentro del arca estaban las tablas de piedra con los Diez Mandamientos (Éxodo 25:21; Deuteronomio 9:9,11,15; 10:3,5)

El arca, con las tablas de la ley; y el propiciatorio, símbolo de misericordia, representaban el carácter de Dios y su trato con la humanidad: perfecta justicia, perfecta misericordia.

jueves, 25 de abril de 2013

EL CONFLICTO ENTRE EL BIEN Y EL MAL


Todos los seres humanos, sin importar su religión o creencia, reconocen que en el mundo está ocurriendo un tipo de batalla entre las fuerzas del bien y del mal, y que esta se ha llevado a cabo por siglos, lo cual genera conflictos humanos que se ven materializados en guerras, hambres, lucha por el poder y por alcanzar una clase o status social.

A continuación se presentará la posición que tienen algunas religiones respecto a este conflicto cósmico.

EL CONFLICTO ENTRE EL BIEN Y EL MAL

POSICIÓN ADVENTISTA
Basados en las Sagradas escrituras; la Santa Biblia, encontramos que el conflicto entre el bien y mal tienen sus orígenes en el cielo. Apoc. 12:7
·         Hubo una gran batalla Miguel y sus Ángeles lucharon contra el dragón.
·         En consecuencia de la rebeldía no se le hallo en el cielo más morada para Luzbel, pero no se vino solo sino que con él están la tercera parte de ángeles del cielo.
·         Ahora su destino y su tarea es engañar a todo cuanto pueda.

En el génesis se puede entender los primeros seres creados a semejanza de Dios, pero que cedieron a la tentación del diablo. Gen. 2:16-18
·         Por medio de la Serpiente satanás engaño a Eva.
En génesis 6: 5 nos dice que todo pensamiento del ser humano era de continuo al mal.
La palabra de Dios en el libro de efesios 6:12  es clara en decir que nuestra lucha no es contra sangre ni carne sino contra potestades de las tinieblas.

Es por eso que necesitamos de una armadura ¨vestidos de toda armadura de Dios, para que podáis resistir el día malo ¨  ya que el deseo de satanás  es destruir a toda persona que profesa ser cristiano y vive como tal.  Dan. 12.

La obtención de la vida eterna siempre implicará una lucha, un conflicto. Debemos ser hallados peleando continuamente la buena batalla de la fe. Somos soldados de Cristo y aquellos que se alistan en su ejército deben esperar hacer una obra difícil, la cual exigirá sus energías hasta lo sumo. Debemos comprender que la vida de un soldado es de lucha agresiva, de perseverancia y paciencia. Por causa de Cristo hemos de soportar pruebas.

Las victorias no se ganan por las ceremonias o la ostentación, sino por la sencilla obediencia al más alto General, el Señor Dios de los cielos. Quien confía en ese Guía nunca conocerá la derrota. La obediencia a Dios es libertad de la servidumbre del pecado, liberación del impulso y la pasión humanos. El hombre puede [así] permanecer vencedor de sí mismo


  

EL CONFLICTO ENTRE EL BIEN Y EL MAL

POSICIÓN CATOLICA


El Catecismo de la Iglesia Católica, hablando del pecado original nos recuerda que detrás de la elección desobediente de nuestros primeros padres se halla la serpiente, una voz seductora, opuesta a Dios que, por envidia, los hace caer en la muerte. 

La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven simbolizado en la serpiente a un ángel caído, llamado Satán o diablo. La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios con una naturaleza buena, pero que se hizo malo por la elección libre de rechazar radical e irrevocablemente a Dios y su Reino. 

Su pecado no se puede perdonar, ya que al ser un ser espiritual, sus decisiones son irrevocables. "No hay arrepentimiento para ellos después de la caída, como no hay arrepentimiento para los hombres después de la muerte". [San Juan Damasceno]

Encontramos un reflejo de esta rebelión en las palabras del tentador a nuestros primeros padres: "Seréis como dioses" (Gn 3,5). El diablo es "pecador desde el principio" (I Jn 3,8), "padre de la mentira". (Jn 8,44)

La Escritura atestigua la influencia nefasta de aquél a quien Jesús llama "homicida desde el principio" (Jn 8,44) y que incluso intentó apartarlo de la misión recibida del Padre. "El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo" (1 Jn 3,8). La más grave en consecuencias de estas obras ha sido la seducción mentirosa que ha inducido al hombre a desobedecer a Dios.

El demonio ronda por todo el mundo como un animal herido, tratando de usar todo su poder angelical que recibió de Dios cuando todavía no se había alejado de Él para sembrar la mentira. Es hábil e inteligente, pues conoce bien a los hombres. Sabe atraerles hacia el mal, pues es la única satisfacción que encuentra en la eterna derrota de su lucha contra Dios. Ese es el demonio. Satanás. El padre de la mentira. El tentador. 

Sin embargo, el poder de Satán no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero sólo criatura: puede tentarnos, invitarnos, seducirnos, pero no puede obligarnos a actuar de determinada manera. Su poder no es comparable con el poder infinito de Dios.

El que Dios permita la actividad diabólica es un gran misterio, pero "nosotros sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman". (Rm 8,28)

Aunque Satán actúe en el mundo por odio contra Dios y su Reino en Jesucristo, y aunque su acción cause graves daños –de naturaleza espiritual e indirectamente incluso de naturaleza física– en cada hombre y en la sociedad, esta acción es permitida por la divina providencia que con fuerza y dulzura dirige la historia del hombre y del mundo. 




POSICIÓN ATEA

1º. El primer argumento insiste en la oposición entre naturaleza y Dios, y es típico del Ateísmo Científico; es decir, la naturaleza sigue sus propias leyes, y su explicación científica no necesita invocar la hipótesis de Dios. De la puesta entre paréntesis metodológica, se pasa a una negación dogmática. De la inutilidad de Dios en la práctica científica se concluye su inexistencia, no sin sustituirlo a veces por otras entidades. En todo caso, el Ateísmo Científico no deja de ser en sí mismo un postulado absolutamente indemostrable.

 2º. Un segundo tipo de argumentación se apoya en la contradicción entre Dios y el mal, y su representación intelectual más desarrollada podemos encontrarla en el existencialismo. Ante el mal, sobre todo el que golpea al inocente, la conciencia moderna no ha hallado otra salida que la protesta y la rebelión; la imposibilidad última de integrar el mal en un orden moral compatible con la supuesta bondad divina genera por sí misma ese hondo sentimiento de frustración y decepción que encontramos en autores tan diversos como Dostoievski, Sastre o Camus, quienes, junto a otros, engrosan las filas de este ateísmo de protesta.

 3º. El tercer argumento, propio del Ateísmo humanista, parte de la incompatibilidad entre Dios y la libertad humana. Si Dios existe, será el espectador absoluto del destino del hombre, quien sólo gozará de una libertad ilusoria, manteniéndolo bajo su mirada y su poder, dios reduce al hombre a la simple condición de objeto.



FOTOS DE LOS PONENTES
A continuación presentamos las evidencias de las personas que representaron cada posición, frente al tema del Gran Conflicto Humano.


                                                           Ponentes posición Adventista

                                                                Ponentes posición Atea
                                                            

                                                          Ponente Posición Católica



                                                        Ponentes posición Islam